viernes, 27 de enero de 2012

Los quesos más caros del mundo

Varios fabricantes pelean en sus laboratorios queseros por alzarse con una categoría de la que, si bien, muchos conocen su precio, pocos se detienen a analizar sus cualidades. La compañía inglesa Long Clawson presume de elaborar el queso más caro de Gran Bretaña, a 709 euros el kilo. Se trata de un queso blanco al que el fabricante ha añadido flecos y adornos de oro comestible. Se vendió sólo durante el pasado mes de diciembre con el objetivo de completar con un toque de lujo las tablas de queso de las reuniones familiares de Navidad.

Pero a pesar de que la mayor cualidad de este producto lácteo puede presenciarse en sus puntos dorados, su sabor fue reconocido con una distinción en los últimos premios BBC Good Food Show.
Pero calculen que disfrutar de una rebanada de esta 'joya' gastronómica supone nada menos que 70 euros.

Sin embargo, Long Clawson no posee la etiqueta de ser el queso más caro del mundo. Esta distinción está en manos de un fabricante serbio que cobra mil euros por un kilo de su 'Pule', un queso elaborado con leche de asnos balcánicos criados al norte de Belgrado. Una leche que, por cierto, cuesta ya 40 euros el litro y que se caracteriza por poseer bajos contenidos en grasas, lo que añade grandes dificultades a la hora de elaborar el queso.

Hay que tener en cuenta también, que la elaboración del 'Pule' supone en sí mismo un gran avance ya que la leche de esta variedad de burra balcánica, por sus características, se ha utilizado tradicionalmente para productos cosméticos, cremas, jabones y licores, pero nunca para la producción de queso.

Es así, uno de los quesos más bajos en grasa y un preciado manjar, entre otras cuestiones, porque para elaborar un kilo de 'Pule' (potro en serbio) son necesarios 25 litros de leche de burra balcánica y los últimos datos indican que en esta reserva natural existen sólo cien burros de esta especie.

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